En esta era de alta tecnología, el cuidado de la salud requiere de la interacción de varias disciplinas médicas veterinarias y especialidades en donde el Laboratorio aporta una herramienta adicional para prevenir, monitorear y curar una enfermedad.
Los exámenes de laboratorio por si solo no son diagnósticos, pero usados conjuntamente con la historia clínica y el examen físico, aportan una valiosa información sobre el estado del paciente.
Los exámenes básicos o rutinas de laboratorio sirven para detectar la función de los órganos. A este grupo de pruebas se les describe como paneles o perfiles, según el órgano que se seleccione para monitorear, por ejemplo: Perfil renal, perfil hepático, perfil lipídico, perfil tiroideo, etc.
El médico veterinario al seleccionar las pruebas de laboratorio en sangre, heces o líquidos corporales obtiene la información necesaria para conocer el estado “químico” del paciente.
Anualmente es recomendable e importante monitorear nuestro estado de salud con uno o varios de los perfiles de pruebas básicas como son:
- Hemograma completo
- Urinálisis completo
- Heces por parásito, sangre oculta
- Perfil renal: Nitrógeno de Urea, Creatinina, Ácido úrico, Proteína total, Albúmina/Globulina, Calcio, Glucosa
- Perfil lipídico: Colesterol, LDL; HDL; Triglicéridos
- Perfil hepático: Bilirrubina, total y directa, AST, LDH
- Perfil triode: TSH, T4, T4 LIBRE
- Panel básico metabólico: Glucosa, Nitrógeno de Urea, Creatinina